Hace unos días salió a la luz pública una noticia que ya era un secreto a voces en el mundo del tenis. Guillermo Vilas, el «Joven Toro de las Pampas» como lo llamó el diario deportivo francés L’ equipe, está con principio de Alzheimer. Algo que los periodistas y algunos amigos del tenista ya sabían desde el año 2015 cuando en un programa de radio en el que también estaba el ex campeón de Roland Garros Gastón Gaudio, Vilas no pudo recordar el nombre de una de sus hijas. Y se confirmó cuando se le hizo un homenaje en su club de siempre, el Lawn Tenis de Palermo, y el mismo Willy se mostró desorientado y sin saber dónde ir en su club de siempre y que conocía al revés y al derecho. De ahí en adelante su deterioro cognitivo fue de mal en peor llegando a desconocer a amigos y familiares. Su familia entonces decidió no exponerlo al escarnio ni las burlas públicas y lo mantiene recluido en su hogar en Monte Carlo.
Familia que está compuesta por su esposa tailandesa Phiangphathu Khumueng (Phiang para sus cercanos), sus hijas Andanin de 14 años y ya campeona juvenil de tenis, Intila de 12, Lalindao de 19 y Guillermo Jr. de solo 2 años. Una familia que sufre al ver al ver al mejor tenista argentino de todos los tiempos, con la mirada pérdida en el Mediterráneo que lo vio ganar ahí mismo el gran torneo de Monte Carlo los años 1976 y 1986. Dos de los 62 títulos conseguidos por este zurdo de Mar del Plata que gracias al profesor Locicero revolucionó el tenis con su incipiente «top spin».
Willy como les gusta llamarlo a los argentinos, ganó 62 campeonatos, logrando vencer en 130 partidos en 1977 el mejor año de su carrera:46 seguidos sobre arcilla, en una racha que se rompió en Aix en Provence ante Ilie Nastase quien usó un «Spaghetti Raquet» de doble encordado que fue prohibido por la ITF dos días más tarde por considerar que era ilegal.
Con cuatro Grand Slams ganados; 2 de Australia, un Roland Garros (y dos finales) más un US Open, Vilas es uno de los más grandes de la historia. Y uno de los cuatro super ídolos argentinos junto Maradona, Fangio y el golfista De Vicenzo.
Se le sindica como el «inventor» del golpe entre las piernas de espaldas a la red, conocido como «Gran Willy». También como poeta, cantante y Don Juan a raíz de un supuesto romance con Carolina de Mónaco. Aunque el mismísimo Jorge Luis Borges dijo al leer su libro, que «como escritor es un muy buen tenista».
El gran dolor de Vilas es no haber sido nunca número uno del mundo cuando por méritos debió haberlo sido en 1995 cuando entre otros muchas torneos fue ganador de dos Grand Slams. Pero un intrincado y polémico sistema de porcentajes de la ATP lo privó de esta satisfacción.
Esta es parte de la historia de este gran campeón que hoy nos golpea con la más terrible de las enfermedades con apenas 67 años de edad.
Por Sergio Ried