Nuestro Presidente de la República lo hizo nuevamente. Lo que era una pauta oficial para destacar la promulgación de una ley que busca perseguir la violencia en el pololeo, se convirtió en el mejor argumento para convocar a las mujeres a estar movilizadas durante esta semana.
En La Moneda se hizo una actividad para destacar la entrada en vigencia de la Ley Gabriela, pero la incontinencia verbal del Presidente desvió el foco. ¿La Razón, el siguiente comentario sobre la responsabilidad de las mujeres que son abusadas. «Tenemos que corregir al que abusa y también tenemos que decirle a la persona abusada que no puede permitir que eso ocurra», complementó el mandatario.
«A veces no es sólo la voluntad de los hombres de abusar, sino también la posición de las mujeres de ser abusadas», remató ante la cara de incredulidad de la ministra de la Mujer, Isabel Plá.
La diputada comunista, Karoil Cariola, quien no asistió a dicha ceremonia criticó los dichos del mandatario vía Twitter. «Queda claro que si hoy tenemos Ley Gabriela no es precisamente por la mentalidad avanzada del Presidente, todo lo contrario, su frase nos demuestra uno de los aspectos más profundos y terribles del machismo y la misoginia: exculpar a los victimarios y culpar a las víctimas»
Por si no se habían enojado lo suficiente: pic.twitter.com/REVJMuchKr
— Pato (@PatoGamblin) March 2, 2020
La culpa es de quienes nos abusan y violentan y de la institucionalidad que los ampara. Es el Estado, los jueces, los pacos y el Presidente.
Nuestra voluntad es clara. A Piñera se le viene la Huelga General Feminista,
— Coordinadora Feminista 8M (@Coordinadora8m) March 2, 2020
Ley Gabriela
La ley modifica de manera importante la calificación del femicidio, que antes era sólo considerado en los casos de asesinatos de mujeres por parte de sus parejas o ex parejas con convivencia. Ahora, la nueva tipificación incorpora a parejas sin convivencia, como relaciones de pololeo.
La nueva Ley también establece la figura de femicidio por razones de género y destaca como agravantes que las víctimas sean mujeres embarazadas, menores de edad o en situación de discapacidad, cuando el crimen se cometa en presencia de familiares o en el contexto de violencia física o psicológica.