EL futbol chileno tuvo una semana excitante. Los partidos de primera se jugaron entremedio de una fecha FIFA y curiosamente nadie reclamó. Todos enfrentaron en mejor o peor medida y, como siempre, sus compromisos. Huelga decir que aquella monserga propia de los seguidores de Riera que no era posible jugar sin los seleccionados quedó ahí, en la fustigación y permanente lloriqueo que era propio de nuestros entrenadores de las décadas pasadas.
¿Del campeonato? Todo sigue igual. La UC en la cima, sus escoltas, los cuadros rojos del torneo que nos dieron un vibrante partido, donde el Mono Sánchez se erigió como la figura, recordándole a Rueda, que solo él puede ser el reemplazante de Bravo en la selección.
La Universidad de Chile con poco dio cuenta de un desganado Wanderers. Lo llamativo del encuentro la camiseta de recambio azul, a la usanza de la de su archirrival. Una falta de respeto. Su color azul viene desde sus inicios y representa las humanidades, la Universidad misma de Chile. Su camiseta alternativa ha sido el blanco –que fue el principal, desde su fundación como Internado (Nacional Barros Arana) Universitario en 1911 hasta su reestructuración en el Club Deportivo de la Universidad de Chile en 1934– y el rojo, los que junto al azul forman parte del escudo del club, el «chuncho». En 2012 y 2013, por primera vez en su existencia, fue impuesto el amarillo como cuarto color, usado de manera excepcional en la indumentaria alternativa. ¿Qué sabrán de historia los dueños de la U? Me gustaría ver a sus hinchas de negro. A ver que sienten lucir la casaquilla del eterno campeón como se hacen llamar los albos.
Del resto, poco y nada. Colo Colo, sufrió un traspié. Pero está en formación. Pronto empezará a zafar. Palestino. Al frente con su nuevo técnico, José Luis Sierra Pando, reencontró su juego y dará que hablar de aquí a fin de campeonato.
La Serena por fin encontró el triunfo ¿problemas con el VAR?, ya es de todos los fines de semana. Al final pareciera que el arbitraje chileno sigue siendo malo.
Pero lo que realmente iluminó el fin de semana futbolístico fue la selección. En rigor, el mejor volante del mundo: Arturo Vidal. Rueda zafó otra fecha gracias al superlativo rendimiento del estelar chileno. Pocas veces vemos un jugador que sea tan parejo con nuestra camiseta. Es de esperar que siga en ello. Lo necesitamos a extremo.
Por Cristián Ramírez Tagle