Las dudas acerca de las medidas implementadas por el gobierno ante la Pandemia Covid19 siguen aumentando. Y esta jornada en una anunciada presentación el presidente Sebastián Piñera presentó un nuevo plan. Esta vez se trata del «Paso a Paso» que contempla 6 fases desde la actual cuarentena hasta la fase 6 sin ninguna restricción.
La idea del gobierno es ir fijando indicadores objetivos: ocupación Uci regional, ocupación Uci nacional, Re comunal, tasa proyectada de casos activos en la región, positividad regional, porcentaje de casos aislados en menos de 48 horas y porcentaje de casos nuevos que vienen de contactos en seguimiento.
Así se estará en: cuarentena (fase 1); transición (fase 2); preparación (fase 3); apertura inicial (fase 4) y apertura avanzada (fase 5).
Lo que ha generado controversia es la duda acerca de la fiabilidad de los datos, ya que a pesar de lo señalado por el ministro de salud, Enrique Paris, desde el inicio de la Pandemia se ha advertido errores e insuficiencias acerca del número de testeados, fallecidos y el seguimiento y trazabilidad.
También llama la atención que la segunda fase, que el gobierno denomina de «transición» la cuarentena se aplicará sólo los sábados, domingos y festivos. El presidente Piñera justificó esta medida inédita en el mundo en la urgente necesidad económica, reconociendo que no tiene ninguna evidencia científica. El objetivo es facilitar la movilidad, con un alto riesgo de incremento en los contagios asumiendo que la población entiende la señal como la vuelta a su trabajo sea dependiente o por cuenta propia, ello aun cuando el comercio «no esencial» -concepto muy laxo- se mantendrá cerrado. ¿Estará preparado el país para que la población circule sin restricciones de lunes a viernes? es la duda que se instala y el nuevo riesgo que asume el gobierno luego de la fracasada estrategia del «Retorno Seguro» que llevó al país a estar entre los 10 países del mundo con más contagios y muertos (por cada 100 mil o millón de habitantes).
La iniciativa gubernamental ha sido cuestionada por mantener en forma indefinida el toque de queda, lo que contrasta con la apertura gradual de las actividades económicas en las fases 2 a 5. La duda que se instala es si una restricción como el «toque de queda» se justifica por razones políticas atendido el ambiente de inestabilidad política y social en que se encuentra el país y así simplemente mantener la «militarización» como algo permanentes y normalizar un estado de restricciones de libertades.