Ya en varias semanas de cuarentena y los medios de comunicación hegemónicos pertenecientes a los grupos empresariales y la televisión pública controlada por el oficialismo, están centrados en perseguir a los «irresponsables» que salen a trabajar en plena «Cuarentena», la élite que gobierna el país no se ha preguntado cómo financiarán sus ingresos los casi 15 millones de chilenos que están encerrados en sus casas.
El IFE, el Bono Clase Media y los préstamos que el gobierno insiste en sacar en cara todos los días son insuficientes y millones de personas quedarán sin ingresos este mes, aumentando la angustia por el acceso a alimentos, pagos de servicios básicos y deudas.
La Moneda da por cerrado el tema. Con sus ayudas se cerró todo y ahora los que puedan cobrar las ayudas tendrán ingresos y, los demás, verán como se las arreglan. Lo relevante es mantener el equilibrio macroeconómico y el déficit fiscal lo más bajo posible para que las agencias de evaluación financiera extranjeras no aumenten el riesgo país y así los créditos para los empresarios que ejercen el poder no se encarezcan desde el exterior.
El Tribunal Constitucional ya es del gobierno. Eso queda claro cuando la administración Piñera a través de sus agresivos delfines, esto es los ministros Bellolio y Ossa, amenazan que cualquier iniciativa que se presente y ponga en riesgo a los grupos empresariales que tiene su sede en el segundo piso del palacio de La Moneda será llevada a la instancia donde la derecha tiene mayoría absoluta.
Sin embargo, fue el flamante ministro del trabajo, Patricio Melero, quien cerró la posibilidad del tercer retiro. Indicó esta mañana que «el gobierno tiene el deber que la iniciativa de ley se ajuste a la normativa constitucional. Y los parlamentarios saben que no tienen iniciativas para llevar adelante esto. Además, hay un consenso muy grande, que es una paradoja: todos los sectores políticos dicen que un tercer retiro es la peor política pública”.
El militante de la UDI y ex alcalde designado por el dictador Augusto Pinochet indicó que «tenemos la convicción que el esfuerzo debe venir del bolsillo del Estado y no del bolsillo del futuro jubilado. Si se suma todo lo que se ha hecho, el esfuerzo económico que se ha hecho, se ha movilizado ya US$ 30 mil millones. Eso es casi el Presupuesto de Chile de un año completo”, señaló.