La derrota sufrida por el gobierno al negarse hasta el final por el retiro del 10% de los fondos de pensiones fue un golpe muy duro para Sebastián Piñera y su equipo político. Claro está que desde hace meses venían siendo cuestionados tanto Gonzalo Blumel e Ignacio Briones.
La presión comenzó hacia el mandatario con el objetivo de que el gobierno comience un cambio de estilo y, para otros, llevar a personajes representantes del sector más duro de la derecha a Palacio.
Así el matrimonio Allamand-Cubillos le puso un plazo a Piñera para que proceda al cambio de gabinete, antes de la cuenta pública de este fin de semana, y así empoderar al sector más conservador del oficialismo, en una lógica de arrastrar al gobierno a una nueva etapa de mayor autoritarismo y tratar de lograr evitar o por lo menos que la opción «Rechazo» tenga una buena votación aun cuando se asume su derrota.
Andrés Allamand, Marcela Cubillos y Evelyn Matthei son los nombres que suenan para que Piñera los haga llegar a «La Moneda» y les entregue el control de la «Agenda», ya que la derecha ve con pavor que la oposición ya unida -algo impensado hace algunos meses- logre meter otros proyectos que pongan en jaque la institucionalidad económica vigente y ponga más en riesgo aún los intereses del sector que ahora claramente representa el oficialismo: los grupos empresariales.
Pero Piñera tiene otra opción, algo riesgosa igual. Mantener al equipo político y ganar tiempo incluso en ofrecer más negociaciones a la oposición. Ahora obviamente en otro tono y no en la lógica de imponerlo todo como se dio en los últimos meses, lo que sería una derrota para el sector aún más duro, considerando que ya se sienten en el despeñadero con el «Plebiscito» y con los proyectos que recién se aprobaron: retiro del 10% de fondos de pensiones y rechazo al veto por la suspensión de los servicios básicos.
La semana transitará en este juego de tira y afloja hacia «La Moneda» y con Piñera que más que nunca necesita puentes de la oposición para evitar entregar el mando al sector más duro y polarizar aún más el ambiente. Claro está que si Allamand, Cubillos y Matthei llegan al gobierno cualquier acercamiento se termina y el gobierno se juega el ciento por ciento en la opción «Rechazo».