Cuando las cosas se pusieron más complejas para el gobierno en cuanto a los contagios por el Covid19 en las últimas semanas el ministro de salud Jaime Mañalich indicó hoy que el total de 2283 están sobrerepresentando los fallecidos a causa de la Pandemia.
Por ello junto al ministro de ciencias, Andrés Couve, esta jornada Mañalich anunció una nueva metodología que reflejaría el número de víctimas por la Pandemia. Así se agregarán a los 2283 fallecidos al día de hoy los que se inscriban en el Registro Civil con la causa de muerte Covid19 y, a la vez, tengan un resultado de PCR positivo.
De esta forma, el objetivo de la autoridad sería reducir el conteo de fallecidos en un criterio que no es el que ha instruido la OMC, que considera a todos los que fallecen por causa del Covid19 siempre que así lo haya declarado por el médico tratante aun cuando no se cuente con un examen PCR, lo que implica que Chile entra en una opacidad en cuanto a este dato que es tan relevante para precisar cómo la Pandemia afecta al país y la relación de contagiados y fallecidos, sumándose a una política similar a la que implementó Jair Bolsonario en Brasil.
El cambio de metodología resulta preocupante debido a que las autoridades simplemente están, por vía de acto de autoridad, limitando el acceso a la información que tienen todos los chilenos. ¿Qué sentido tiene engañarse la autoridad y engañar a los ciudadanos en el número de muertos por el Covid19? ¿Por qué en principio se siguió un criterio restringido excluyendo a quienes fallecían con examen PCR pendiente para posteriormente seguir el criterio de la OMC y ahora volver a restringirlo porque según el ministro Mañalich hay muchos muertos?
Las preguntas planteadas son muy legítimas en una sociedad democrática en la que las autoridades deben ser responsables política, administrativa y penalmente de sus actos y no es posible aceptar por una decisión arbitraria pensada en una lógica pequeña y electoralista de mostrar resultados exitosos ante un fracaso tan grande como ha sido la estrategia del ministerio de salud en enfrentar la Pandemia que ha dejado a Chile y, especialmente, a los chilenos más frágiles social y económicamente expuestos a una enfermedad que les puede causar la muerte y poder incluso manipular dicha realidad.
No deja de llamar la atención cómo medios afines al gobierno aún muestran cifras de mortalidad del país como un éxito del gobierno de Sebastián Piñera en una clara intención propagandística de trastocar la realidad de cómo la Pandemia ha afectado a nuestro país, más allá de lo que debía por la ineptitud y arrogancia de una administración en que prevalece la sordera e insensibilidad hacia los gobernados.