Cuando la hija del ex presidente Eduardo Frei Montalva, Carmen Frei Ruiz-Tagle, comenzó un verdadero vía crucis hace varias décadas por esclarecer la muerte de su padre, muchos la catalogaron de excéntrica y profundamente equivocada. Incluso, en la misma familia del ex mandatario se vieron diferencias ostensibles, destacando el desinterés del también ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, quien ha preferido mantener una posición cercana al oficialismo y no involucrarse.
Pero el día llegó… No era la caída del autoritario presidente de Venezuela, sino que la noticia era que, por primera vez en la historia de Chile, ha quedado establecido como verdad judicial que el ex presidente Eduardo Frei Montalva fue asesinado en una operación del aparato represivo de la dictadura cívico militar en el año 1982, siendo condenados el médico Patricio Silva Garín, el chofer de Frei e informante, Luis Becerra Arancibia, como también al agente de la CNI, Raúl Lillo Gutiérrez, a una pena efectiva de siete años de presidio mayor en su grado mínimo. También recibió condena el médico Pedro Valdivia Soto, quien por ser cómplice del homicidio deberá cumplir con una pena efectiva de cinco años de presidio menor en su grado máximo.
Por último, los tanatólogos Helmar Rosenberg Gómez y Sergio González Bombardiere, también fueron condenados a tres años de presidio menor en su grado medio, por ser encubridores en el caso. Podrán cumplir con remisión condicional.
La decisión del ministro Alejandro Madrid viene a confirmar lo que se sabía hace años: que el mandatario fue envuelto en una trama por personas cercanas, entre ellas su chofer, para así se víctima de un crimen en el que participaron también facultativos médicos de la Universidad Católica.
El escenario se abre en una urgente necesidad de que ciertos actores políticos asuman su posición ante la dictadura de Augusto Pinochet, en el contexto de que se deben hacer cargo de la defensa de dicho régimen y, entre los tantos abusos, ser aquél en el que se fraguó el único magnicidio político en nuestra historia. Deberán de esta forma, responder qué opinan acerca de este crimen la senadora Jacqueline VanRyselberghe, la diputada Camila Flores y el siempre defensor de los presos de “Punta Peuco”, José Antonio Kast.
En efecto, ya no basta decir que son defensores de la dictadura y tratar de torcer la historia, ahora deberán decir si son o no partidarios de un régimen que incluso ordenó matar a un ex presidente de la república.
VER SENTENCIA AQUÍ