La «mano dura» contra los inmigrantes exigió José Antonio Kast el día de ayer. Y el gobierno respondió rápidamente en una manifestación más de la extrema derechización de la administración Piñera.
Las medidas están destinadas a regocijar al sector «Patriota» y a una parte de la población que se ha comprado el discurso anti inmigrante de Kast, Marinovic y los demás dirigentes de la UDI y RN. Ya era hora dicen en Palacio de dar un golpe a la mesa y dar la señal que el electorado del sector sienta que el gobierno defiende sus intereses aun cuando las medidas sean cuestionadas en muchos otro sectores del país.

La primera decisión que anunció el superfluo ministro del interior, Rodrigo Delgado, fue la expulsión inmediata de quienes ingresen ilegalmente al país, en un operativo en vuelos de la FACH que, sin duda, será cubierto por los medios oficialistas a partir del día de mañana. Cien extranjeros serán expulsados y así se seguirá con la medida a futuro, en una lógica similar a la que adoptó Donald Trump hace algunos años en el país del norte.
La otra medida anunciada es que los ilegales que ingresen al país deberán «ingresar a residencias sanitarias transitorias”, pero sólo como centro de paso previo a la expulsión. En tal sentido, precisó que estos recintos “van a estar a las afueras de los centros urbanos en donde las personas, pese a todo lo que estamos mencionando logran ingresar a Chile, tengan que hacer sus cuarentenas y de ahí se van ejecutar los procesos de expulsión correspondientes». La duda que surge de esta medida es si los extranjeros estarán en calidad de detenidos en dichos centros.
SIN REGULARIZACIÓN
Delgado anunció también que «a las personas que piensan venir a Chile y que quieran pasar por un paso irregular y de manera clandestina, esas personas no van a ser regularizadas, no van a tener un carnet de identidad, no van a tener nada que pueda generar esas expectativas que les han generado bandas internacionales».