El fútbol como muchas actividades, ha evolucionado a lo largo de su historia. Hoy hay mucha tecnología en los balones, indumentaria, calzado, cuidado de las canchas, calidad de los estadios etc.
Hasta aquí todo está bien, ha sido bueno para la actividad que estas cosas hayan sucedido. ¿Pero han pensado en que hay cosas que hubiera sido bonito que no hubiesen nunca sucedido?
Por ejemplo, clubes que son sociedades anónimas. Las sociedades anónimas, son entidades con fines de lucro, los propietarios esperan lucrar adquiriendo sus acciones y de eso se trata. ¿Entonces que papel cumplen los hinchas acá? ¿Tontitos útiles para que otros se enriquezcan? Es una buena pregunta para la cual nunca he encontrado una respuesta contundente.
¿Hay más ejemplos? Claro que sí. Ha pensado usted que el jugador que viste esa camiseta que para usted es un emblema por el que sufre hasta las lágrimas, lo único que quiere es ir a algún club que agregue ceros a sus salarios. Los crack más crack hoy no sienten nada por su amada camiseta, es solo una cuestión que hay que ponerse para que el árbitro lo identifique y sus compañeros lo ubiquen. Ya no existen los Peles que defendían un equipo por largas temporadas con una indudable identificación con su club.
Para que ahondar en la forma en que se coluden dirigentes y representantes para sembrar troncos de alto costo en nuestras canchas, para lucro personal y desmedro de los clubes.
Mención aparte que sería mejor no mencionar son las barras bravas. El lumpen que alejo a las familias de los estadios hoy cuenta con el total respaldo de los dirigentes lo que elimina cualquier posibilidad de que desaparezcan.
¿Pero quedara algo de lo bonita que esta actividad fue? Claro que sí, algo queda.
Queda a 2600 metros más cerca del cielo, en un campamento minero cuya población es hoy un tercio de lo que fue en su momento más próspero. El campamento ha extendido su vida numerosa y milagrosas veces, eso hace que este Oasis del futbol llamado Cobresal, permanezca insoportablemente vivo después de 41 años de vida. Es la planilla más austera del futbol Chileno y ha vencido sin discusión a las más caras. Puedes ir a su estadio sin temor a ser agredido o a que le ofrezcan drogas y por su puesto lleve a su familia con toda tranquilidad. Numerosos son los Ídolos que han dejado huella en este club, que sin importar lo agreste y aislado del paisaje se han encariñado con su camiseta, sentimiento muy difícil de encontrar hoy en día en nuestro futbol.
Muchos quieren ver desaparecer a Cobresal, por la lejanía de su localía, porque es caro llegar a hacer una transmisión televisiva desde allá o porque el reducto es difícil para rescatar algún punto.
Cada vez que vea a Cobresal entrar a una cancha, aplauda en señal de respeto. Este equipo de pocos hinchas en la tribuna y de planilla austera, representa sin duda al futbol como nunca debió dejar de ser.
Por Mauricio Díaz Valenzuela