Estamos a pocas semanas del inicio del primero de los dos torneos del Grand Slam, postergados por el Covid-19. El US Open el rey de los eventos deportivos de Nueva York está programado para el 31 de agosto, con una larga lista de limitaciones que comienzan con la polémica e impopular de que se jugará sin público.
Está medida adoptada por la dirigencia de la. USTA (United States Tennis Association) con el alcalde de la Gran Manzana, va de la mano con muchas otras, como la limitación del número de acompañantes de cada jugador; el alojamiento de los participantes en hoteles y casas vecinas al Corona Park dónde está ubicado el Billie Jean King Tennis Center, sede del evento. También se les exigirá a los jugadores una cuarentena en sus países antes de viajar y un nuevo examen al llegar a Nueva York. Los jugadores deberán trasladarse solos en un vehículo hasta el estadio, no podrán darle la mano al rival, se limitará el número de jueces de línea no habrás pasapelotas menores de edad y los tenistas deberán llegar equipados al partido.
Nos preguntamos si vale la pena tener un gran torneo en estas condiciones. Y no tendremos la respuesta hasta la semana del 31 de agosto próximo.
El otro gran campeonato del Grand Slam que se disputará entre el 27 de septiembre y el 11 de octubre, una fecha inédita para los Internacionales de Francia (más conocido como Roland Garros) que sin consultarlo con nadie, decidió realizar este verdadero campeonato mundial de tenis sobre arcilla, en plena temporada de canchas duras y a solo dos semanas de finalizado el US Open.
Así es como, de no ocurrir nada anormal, se jugará este Roland Garros en el recinto del Bois de Boulogne de París con el evidente perjuicio para todos los tenistas que esperan tener buenas actuaciones en Nueva York y alcanzar las rondas finales. Comenzando con Rafael Nadal que tendrá que renunciar al US Open si quiere volver a ganar Roland Garros.
En cuanto al torneo mismo, los franceses tomarán un camino diametralmente opuesto al de sus colegas norteamericanos, ya que las 12 hectáreas del Stade de Roland Garros albergarán a un 60% del total de su capacidad. «Sin público en las gradas no sería Roland Garros», dijo Guy Forget, Director del torneo. «Eso sí que se respetará la distancia de asiento por medio como en los cines y teatros de Francia, en los tres courts principales, el Phillipe Chatrier, el Suzanne Lenglen y el Simonne Mathieu, y habrá limitaciones importantes en los courts secundarios. Fuera de que no se podrá circular sin mascarilla y será voluntario usarlas o no en las gradas» añadió el ex número 4 del mundo.
«Estamos muy confiados pero no relajados como en el Adria Tour organizado por Djokovic-‘ -agregó Forget – y además, teniendo en cuenta las fechas cercanas al invierno, en que se jugará, contamos con el nuevo techo retractil en nuestro court central».
Ahora solo falta esperar y desear que ambos torneos sean todo un éxito.
Por Sergio Ried