Casi desapercibida pasó la reaparición del tenista chileno Nicolás Jarry, suspendido por 11 meses por uso ilegal de sustancias prohibidas. Con mucha suerte para él, porque la mayor parte de su castigo lo cumplió a la par con todos los jugadores del circuito ATP debido al Covid-19. La gran diferencia es que a él se le restaron TODOS los puntos que lo llevaron a caer desde los top 50 del mundo, al 997 con CERO PUNTOS. Lo que en buen romance significa tener que partir desde muy abajo para ir recuperando su antiguo nivel.
¿Y cómo se puede lograr este milagro? Esperando que en algún torneo menor le otorguen una invitación para ganar los primeros puntos y desde allí seguir participando hasta llegar a campeonatos mayores que le permitan retornar por lo menos a su antiguo status. Fue lo que hizo Nicolás Jarry quien consiguió una invitación para el Challenger de Lima, Perú hace una semana. Y allí en tierras peruanas el chileno tuvo un pésimo re-debut cayendo en primera ronda ante el local Nicolás Álvarez por 6/2 2/6 6/2 sin conquistar un solo punto. Un resultado que pasó desapercibido en los medios a causa del fallecimiento de Maradona. Pero no para Jarry quien deberá seguir buscando invitaciones en Challengers y hasta en Futures para ganar sus primeros puntos e iniciar el despegue. Algo que tanto él como su nuevo coach Dante Bottini tienen asumido y dispuestos a enfrentar. Así es que a esperar Nico y fuerza para volver a ser el de antes…y más.
Algo que no es una utopía y ya demostró que es posible el británico Daniel Evans, castigado por consumo de cocaína en 2016 quedando con 0 puntos. El inglés comenzó su vertiginoso ascenso gracias a una invitación al Challenger de Glasgow 2018 y en dos años ya era el 32 del mundo a la edad de 30 años.
Distintos son los casos de Martina Hingis, María Sharapova y Marín Cilic, quienes debido a diversas argucias y descargos solo recibieron penas menores y multas en dinero. Como el francés Richard Gasquet quien salvó de un castigo por cocaína, diciendo que su doping se debió «a un beso con una chica en Miami».
La llamada «Armada Argentina» de la década del 2000, sufrió varios castigos por injerencia de sustancias prohibidas, siendo las más sonadas las de Guillermo Cañas multado con $ 280 000 dólares y perdida de TODOS los puntos lo que precipitó su retiro del tenis. Ignacio Chela, Guillermo Coria y Mariano Puerta, grandes animadores del circuito ATP, con finales de Roland Garros incluidas, sufrieron penas de suspensión por menos de un año.
Y la guinda de la torta: André Agassi, quien jamás fue castigado, pese a que era «vox populi” que se drogaba y que siempre fue protegido por las autoridades del tenis mundial. Hasta que él mismo confesó en su autobiografía que durante toda su carrera consumió metanfetaminas y marihuana.
Pero esa es otra historia.
Por Sergio Ried