En entrevista a La Tercera el profesor de Derecho Penal y abogado Alfredo Etcheberry se refirió a la propuesta de reforma a la legislación penal y al actuar de los fiscales, realizando una crítica a su exposición en los medios de comunicación.
En cuanto a la política criminal, Etcheberry indicó que cree en «una política criminal bien concebida debe ir encaminada en la prevención del delito, tratar de que el delito no ocurra. Una política que espera que el delito sea cometido para reaccionar es una mala política criminal, no va a evitar los delitos. Y segundo, la reacción puramente penal no es la más adecuada. El aumento en el rigor de las penas no disuade a los delincuentes. No sé de ningún delincuente que lea el Diario Oficial para saber cuál es la pena del delito que piensa cometer y ninguno dice: ‘¡Ah!, hasta ahora el hurto tenía pena de presidio menor en grado mínimo, ahora se lo subieron a medio y ya no cometo más hurto!’…».
En cuánto a las penas señaló que «una pena máxima de 15 años de presidio efectivo para los delitos más graves. Una de las finalidades del Derecho Penal es la reinserción o reforma del delincuente a las condiciones normales de vida social. Las penas privativas de libertad excesivamente largas y las condiciones infrahumanas de las cárceles no ayudan. Si a eso le sumas la desconfianza de la sociedad cuando esa persona sale de la cárce… La reincidencia del delito no es el fracaso del delincuente, es el fracaso de la política criminal que no logró reinsertarlo».
También Etcheberry señaló que «si una cárcel está concebida para tener 100 presos, porque hay 100 celdas, y es condenada otra persona que tiene que entrar ahí, tiene que salir uno de los que están para que no se produzca hacinamiento. Un reglamento dirá cuál sale, el que lleva más tiempo, al que le falte menos para salir, el que ha observado mejor conducta…».
FISCALES
Respecto de los fiscales señaló que cree que «se esfuerzan en trabajar e investigar, que es lo más importante, y el actual sistema es mejor que el de los jueces que investigaban y después fallaban ellos mismos». No obstante, añadió que «hay algunos fiscales a los cuales la publicidad de sus causas los atrae y hay fiscales que buscan figuración a través de sus causas y eso no me parece. En la medida en que eso no le haga faltar a sus deberes, puede ser aceptable. Pero lo que francamente no me gusta tanto es el exceso de relaciones públicas respecto de los asuntos que llevan con casos que no han sido formalizados o no han sido objeto de acusación y no están en juicio».
DJ