El diario electrónico «El Líbero» de propiedad del empresario Gabriel Ruiz-Tagle, vinculado en la colusión del papel higiénico, y de otros connotados representantes del pinochetismo publicó esta mañana un artículo en que informa acerca de los seguidores que tienen en la red de Twitter los parlamentarios y dirigentes del Frente Amplio y el Partido Comunistas.
Comenzando la campaña del terror ante el próximo plebiscito constituyente, en un artículo titulado «La hegemonía de la izquierda radical en Twitter» señala que una investigación que se atribuye el mismo medio -sin aclarar quiénes y cómo la realizaron- arroja que la izquierda radical, representada por el Frente Amplio y el Partido Comunista, tiene el 73%, la hegemonía total en Twitter, con 22% de diputados.
Agregó el citado medio que «por su parte, Chile Vamos tiene una gravitación en el mundo del Twitter que es 2,38 veces menor que su representación en la Cámara. En el caso de la centroizquierda, su peso relativo en el mundo del Twitter es 4,6 veces menor que la presencia que tiene en la Cámara».
La nota señala que «en relación a los partidos políticos, el Partido Comunista (PC) es la colectividad con más seguidores en Twitter. Encabeza la lista la diputada Camila Vallejos (1,3 millones), seguida por Karol Cariola (415 mil) y Marisela Santibáñez (411 mil), pero también tienen gran número de adherentes Carmen Hertz (177 mil), Hugo Gutiérrez (125 mil) y Guillermo Teillier (93 mil).
«Le sigue Revolución Democrática, liderados por Giorgio Jackson (1,2 millones), Maite Orsini (263 mil), su presidenta Catalina Pérez y Pablo Vidal (ambos con 38 mil). Todos sus diputados y diputadas son muy activos en Twitter. Convergencia Social también tiene presencia masiva en la red social, con Gabriel Boric (881 mil seguidores) liderando. De lejos le sigue Gonzalo Winter (97 mil)», añadió.
Incluso la nota indicó que «tiene particular influencia en el mundo de Twitter la diputada del Partido Humanista Pamela Jiles, con 434 mil seguidores, la mayor cantidad de «followers» después de Vallejo, Jackson y Boric».
En una lógica de infundir miedo en los lectores la nota termina señalando que «Estos números pueden explicar en parte la acogida favorable que suelen tener las propuestas más radicales en el mundo tuitero, así como el particular encono hacia la moderación política y la búsqueda de acuerdos en el trámite de las leyes».
El hecho que «El Libero» indique que identificó a los seguidores de los «parlamentarios y dirigentes de la izquierda radical» es una clara advertencia de que existe un seguimiento por parte de entidades del Estado o simplemente privadas de quiénes expresan sus opiniones en redes sociales, lo que recuerda los tiempos más oscuros de la dictadura cívico militar en la que se fichaba a los chilenos por su posición favorable o contraria al régimen.
Sería conveniente que «El Líbero» aclare la fuente de la nota y quiénes realizaron el seguimiento y si la base de datos de seguidores en Twitter de los diputados y dirigentes del Frente Amplio y Partido Comunista, a quiénes el citado medio tilda como «izquierda radical», está en poder de alguna autoridad o grupo.